Lo cerrado y lo abierto

Foto: Gabriela Muzzio Qué diferencias hay entre reservar la propia vida, el espacio privado, íntimo, delicado, espacio al que sólo las personas más cercanas acceden, espacio de amuletos, de cruce de energías muy personales y muy esenciales. Qué diferencia hay, entonces, entre cuidar eso y volverse un ser hermético y cerrado al espacio exterior. En el primer caso, quizá, lo que predomina sea algún valor del orden del cuidado. Cuidado, primero, en no volverse un ser extrovertido y opinante de todo acontecimiento que nos conmueve. Y cuidado también en hacer de ese espacio una zona de individuación. Una zona donde nuestras partes se reúnen y dicen “ahora sí”. Esa unión es un punto de búsqueda. En épocas de saturación de medios a la mano, a mí se me vuelve bastante esencial el elegir. Qué es lo que quieren decir algunos poemas, o mejor, qué es lo que estoy queriendo decir en un poema, o en una carta o en un texto cuyo destinatario es, a veces, incierto....